Podemos encontrar personas tóxicas en cualquier lugar, puede ser un jefe, compañero de trabajo, vecino, amigo, hermano, o bien, tu pareja. Estos individuos, se reconocen por factores negativos como los siguientes:
Envidiar a otras personas
La envidia es el deseo de hacer o tener aquello que posee otra persona, y no permite ver lo bueno que hay en uno mismo. Tu vida es propia y no debe de ser una competencia con los demás, sino contigo mismo.
Tomar las cosas muy personales
Si eres de las que toma como ofensa personal todo lo que pasa a tu alrededor, deberías reflexionar. Generalmente, sentimientos como: dolor, decepción y tristeza, pueden ser causados por los demás, sin embargo, tienes el poder de cambiarlo. Lo principal es la actitud y percepción sobre uno mismo.
Victimizarse
Hacerse la víctima, además de ser molesto para quienes están en nuestro entorno, es dañino y sólo alejará a la gente.
Falta de control emocional
Aprender a controlar nuestras emociones es fundamental para tener una relación saludable con cualquier persona. Sin duda, a nadie le agrada estar con alguien que explota sin motivo alguno.
Criticar
Una cosa es el chisme de vez en cuando y otra es ser la víbora del grupito.
Es incorrecto juzgar a las personas, especialmente, si no conocemos su historia. Al hablar mal de la gente podemos ocasionar daños más severos de lo que imaginamos, lo mejor es vivir en armonía con los demás y ser buenas personas.
Mentir
Lo peor que podemos hacer es engañar a la gente, ya que después nadie confiará en nosotros. Basta recordar que la confianza es casi imposible de recuperar.
Falsedad
No intentes esconder tu verdadera personalidad; la gente te querrá por quien eres, no por quien pretendes ser.